La Congregación acentúa hoy, una vez más y como a lo largo de toda su tradición educativa, su opción preferencial por los jóvenes. La gran educadora que fue Joaquina de Vedruna, nos ha dejado en herencia una tradición pedagógica de fe en las posibilidades de las personas, y de acción educativa motivadora y vital.Es desde este modelo pedagógico que nos identifica, que queremos seguir presentes junto a los jóvenes, cuya realidad hoy de nuevo nos interpela y conmueve porque ellos son hoy uno de los sectores más vulnerables de la sociedad. VEDRUNA adopta una mirada positiva y una actitud de simpatía hacia ese mundo concreto de la juventud, que Dios ama: “He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”, y trabaja, en la medida de sus fuerzas, para acompañarles en su proceso de desarrollo personal y en su búsqueda de felicidad, de respuestas, y de proyectos que den plenitud y sentido a su vida. Al servicio de este objetivo, Vedruna ha diseñado un proceso pedagógico pastoral en tres tiempos, siguiendo el canto de Silvio Rodríguez: Sólo el amor” Sólo el amor Debes amar la arcilla que va en tus manos debes amar su arena hasta la locura y si no, no la emprendas que será en vano sólo el amor alumbra lo que perdura sólo el amor convierte en milagro el barro sólo el amor alumbra lo que perdura sólo el amor convierte en milagro el barro. Debes amar el tiempo de los intentos debes amar la hora que nunca brilla y si no, no pretendas tocar los yertos sólo el amor engendra la maravilla sólo el amor consigue encender lo muerto sólo el amor engendra la maravilla sólo el amor consigue encender lo muerto. Primero: Tiempo de Intentos Debes amar el tiempo de los intentos,debes amar la hora que nunca brilla. Segundo: Tiempo de cercanía Solo el amor alumbra lo que perdura.Sólo el amor consigue encender lo muerto. Tercero: Tiempo de compromiso Sólo el amor convierte en milagro el barro.
El diálogo:La gran riqueza de la diversidad de lo diferente emerge con fuerza en nuestro mundo. Al contemplar esta realidad a la luz del proyecto de fraternidad universal querido por Dios, nos sentimos llamadas a establecer relaciones mutuas positivas de diálogo y colaboración. Entendemos que el diálogo es una forma de vivir y de ser, y un modo fecundo de encontrarnos para alumbrar vida. Para nosotras no es sólo un medio o una forma de buscar juntas, es en sí mismo un valor, un compromiso permanente de cambio de mirada, una forma práctica de ejercer la pluralidad, de hacerla posible y de recoger frutos de encuentro. En la apertura a los demás, afines o distintos, acogemos también un don de Dios. Desde nuestra condición de mujeres cristianas y religiosas, tenemos, pues, un compromiso con el diálogo social, con el diálogo entre la ciencia y la fe, con el diálogo interreligioso e intercultural. |

Joaquina nació en Barcelona el 16 de abril de 1783 y después de una vida de matrimonio en la que tuvo 9 hijos, quedó viuda y cuando tenía 43 años, el 26 de febrero de 1826 fundó en el pueblo de Vic (Barcelona) la Congregación de Carmelitas de la Caridad, dedicada especialmente a la educación de las jóvenes y al cuidado de los enfermos.
EL LAICADO VEDRUNA ES RESPUESTA A UNA LLAMADA:
- A seguir a Jesús, según la experiencia que Joaquina tuvo de Él, es decir, la experiencia del “Buen Jesús que pasó por el mundo haciendo el bien.
- Desde el Carisma Vedruna, es decir, reproducir en nuestra propia vida, hoy, los valores vividos por Joaquina en la realidad de su tiempo.
- En comunidad eclesial, creyendo en la fuerza del grupo, de la comunidad que ayuda a discernir la voluntad de Dios en cada momento de la vida.
- Y con una misión en la Iglesia desde la atención preferente por los más necesitados. Siendo sensibles al sufrimiento humano y viviendo la solidaridad como valor fundamental
sábado, 9 de julio de 2011
LOS DOS ACENTOS
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